sábado, 16 de enero de 2021

¿Y SI EL FIN DEL MUNDO POR FIN NOS ALCANZÓ?

Cuando abrí este blog en 2012 no sé si lo llamé feminista en el fin del mundo por las teorías conspiratorias de que ese era el año señalado para que todo se terminara, pero resulta que 9 años después sí tenemos muchas señales de que el mundo parece estar terminando de una manera u otra. Puede que no precisamente como lo habíamos imaginado, de un día para otro o como en película Hollywodense donde llega un "héroe" que todo lo resuelve, pero definitivamente el mundo tal cual lo conocíamos se ha terminado desde el año pasado para muchas personas. 

Resulta que un virus del cual apenas se va a empezar a estudiar su origen por los organismos internacionales, ha tenido a la población en una cuarentena eterna que está por cumplir un año, en cada parte del mundo han pasado por distintas etapas de relajación de dicho confinamiento pero en la mayoría solo ha resultado en un desastre de mayores contagios. Jamás creí presenciar algo así y en un inicio creo que la mayoría pensamos ingenuamente que no duraría mucho y que regresaríamos a nuestras acostumbradas vidas muy pronto. 

Y es que en realidad existe de todo ante esta situación, desde quienes no creen que sea real y exigen su "derecho" a no usar mascarilla, hasta quienes han vivido de cerca la muerte de seres muy queridos con la diferencia de que esta vez no hay tiempo ni espacio para las despedidas acostumbradas que se tenían ante la muerte. 

Es Enero de 2021, el año donde los coches ya deberían volar y era esperado tener robots a nuestro servicio pero en cambio tenemos una pandemia y muchas pastillas de soma en forma de servicios de streaming, redes sociales, videos, memes, fotos, información, fake news, grupos, videollamadas y un sinfín de cosas que nos dan una sensación momentánea de felicidad o al menos de distracción pero que en realidad solo nos generan adicción y consumo de las nuevas drogas tecnológicas. 

Yo personalmente soy una ferviente consumidora de toda la vida de cultura pop, ahora trasladada a los servicios de streaming que se multiplican cada vez más y si bien me han enseñado que otros mundos son posibles, a veces precisamente por este deseo de abstraerme en ellos evitan que siga descubriendo y sobre todo dando los pasos para seguir sembrando las semillas para que dichos mundos no se queden solo en la fantasía. 

Sí, ojalá que el mundo tal cual lo conocimos se acabara y en su lugar surgiera uno nuevo donde recordáramos que nadie tiene la verdad y que así como hoy estoy viva mañana quien sabe. 





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